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Por qué salen las llagas en la boca: Causas y soluciones

Las llagas en la boca, o aftas, son úlceras orales dolorosas que afectan funciones básicas como comer o hablar. Su origen puede estar en infecciones, lesiones, carencias nutricionales o incluso el estrés. Comprender sus causas es esencial para tratarlas correctamente y evitar recurrencias.

 ¿Quieres saber por qué salen, cómo prevenirlas y qué hacer cuando aparecen? Sigue leyendo para descubrirlo.

Llagas en la boca: Síntomas y tipos

¿Qué son las llagas o aftas bucales?

Las llagas o aftas bucales son pequeñas úlceras que aparecen en la mucosa oral. Suelen presentarse de manera esporádica y son conocidas por su capacidad de causar dolor, lo que dificulta actividades cotidianas como comer y hablar. Aunque son benignas, su presencia puede ser incómoda y molesta.

Tipos de llagas bucales

Existen diversas clasificaciones de llagas bucales, cada una con características específicas que determinan su tratamiento.

  • Aftas menores: Son las más comunes, miden entre 2 y 8 mm y sanan en 1-2 semanas sin dejar cicatriz. Aunque pequeñas, pueden causar bastante dolor.
  • Aftas mayores: Más grandes y profundas, tardan semanas en curar y pueden dejar cicatrices. Son menos frecuentes, pero más dolorosas.
  • Aftas herpetiformes: Aparecen en grupos, son pequeñas y similares a las menores. Afectan a cualquier edad y suelen sanar sin dejar marcas.
  • Úlceras traumáticas: Provocadas por lesiones en la boca (mordeduras, cepillado agresivo, prótesis). No son recurrentes, pero sí molestas.

Síntomas comunes de las llagas bucales

El dolor al comer o hablar es el síntoma principal. También puede haber ardor, inflamación y, en casos graves, fiebre o malestar general.

Causas de la aparición de llagas bucales

La aparición de llagas en la boca puede ser atribuida a variadas causas. Comprender estos factores puede ayudar a prevenir su desarrollo y facilitar una mejor gestión de los síntomas asociados.

Infecciones y virus del herpes

Las infecciones virales, en particular el virus del herpes simple, son responsables de gran parte de las llagas bucales. Estas infecciones pueden sensibilizar la mucosa oral, conduciendo a la formación de úlceras dolorosas. Otras infecciones, como la candidiasis, también pueden generar lesiones blanquecinas en esta área, especialmente en individuos con sistemas inmunitarios débiles.

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Consentimiento:

Factores traumáticos y prótesis dentales

Los traumatismos en la boca, como mordeduras accidentales o el roce de aparatos dentales, pueden dar lugar a llagas. Las prótesis dentales mal ajustadas o los aparatos de ortodoncia son frecuentes responsables de irritaciones que, en ocasiones, evolucionan a llagas afkos. El cuidado en la adaptación de estos dispositivos es esencial para prevenir lesiones en la mucosa.

Deficiencias nutricionales

Una dieta deficiente puede influir en la aparición de estas úlceras. Las carencias en vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina B12, el ácido fólico, el hierro y la vitamina C, debilitan el sistema inmunológico. Esto no solo aumenta la predisposición a las llagas bucales, sino que también afecta la salud general que, a su vez, puede exacerbar problemas existentes.

Estrés y cambios emocionales

Los estados de ansiedad y estrés emocional son causas comunes en la aparición de llagas. El cuerpo humano responde a estas tensiones reduciendo su capacidad para combatir infecciones, lo que puede resultar en una mayor vulnerabilidad a desarrollar llagas. La gestión del estrés es, por tanto, un factor clave en la prevención.

Alergias alimentarias y consumo de alimentos picantes

La ingesta de ciertos alimentos puede desencadenar reacciones alérgicas que se manifiestan en forma de llagas en la boca. Los alimentos muy ácidos y picantes son especialmente conocidos por irritar la mucosa oral, lo que puede dar lugar no solo a incomodidades, sino también a úlceras. Identificar y evitar estos desencadenantes alimentarios es fundamental para quienes tienden a padecer esta afección.

Prevención y cuidados

Mantener una buena higiene bucal

Una adecuada higiene oral es clave para prevenir llagas bucales. Es fundamental seguir una rutina que asegure la limpieza adecuada de los dientes y las encías.

Cepillarse los dientes correctamente

Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo suave y pasta con fluoruro es esencial. Evita técnicas de cepillado agresivas que puedan irritar las encías y la mucosa. Para conocer las mejores técnicas de cepillado y aprender más, revisa nuestro artículo completo.

Uso de enjuagues bucales con agua salada

Hacer gárgaras con una solución de agua tibia y sal ayuda a reducir la inflamación y prevenir infecciones.

Dieta equilibrada y rica en vitaminas

Una alimentación rica en vitaminas y nutrientes fortalece el sistema inmunológico y mejora la salud bucal. Limita el consumo de alimentos ácidos y picantes, que pueden irritar las llagas.

Técnicas para reducir el estrés

Gestionar el estrés con técnicas como meditación, ejercicio o respiración profunda puede reducir la aparición de llagas, promoviendo la salud general.

Tratamiento de las llagas bucales

El tratamiento de las llagas bucales se centra en aliviar los síntomas y facilitar la curación. Existen varias opciones que pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación, así como medidas caseras que complementan el cuidado adecuado.

Aliviar el dolor y reducir la inflamación

Aplicación local de cremas y pomadas específicas

Ayudan a proteger la mucosa oral y reducir el dolor. Se recomienda consultar a un profesional para elegir el producto adecuado.

Uso de analgésicos

Medicamentos como ibuprofeno o paracetamol pueden aliviar el dolor, permitiendo realizar actividades cotidianas con mayor comodidad.

Enjuagues de agua oxigenada

Ayudan a desinfectar y reducir la inflamación. Asegúrate de diluirlo y no tragarlo.

Medidas caseras y cambios dietéticos

Consumir alimentos blandos

Optar por una dieta de alimentos suaves como purés o yogures para evitar el dolor al masticar.

Evitar irritantes durante el brote

Evita alimentos calientes, ácidos, picantes y fumar, ya que pueden empeorar las llagas y retrasar la curación.

¿Cuándo acudir a un médico por llagas bucales?

Es importante saber cuándo buscar atención médica para asegurar una correcta recuperación y prevenir complicaciones.

Llagas persistentes o recurrentes

Si las llagas no desaparecen después de dos semanas o aparecen frecuentemente, es recomendable consultar a un médico. También si se acompañan de otros síntomas inusuales.

Síntomas severos o complicaciones

Acude al médico si experimentas alguno de estos síntomas:

  • Fiebre alta o malestar prolongado.
  • Dificultad para tragar o respirar.
  • Presencia de pus o sangrado.
  • Adormecimiento o lesiones neurológicas.

Seguimiento médico en casos especiales

Las personas con condiciones de salud preexistentes, como enfermedades autoinmunitarias, deben consultar a un médico para recibir seguimiento regular y opciones preventivas.

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