Saltar al contenido

Mitos y realidades del chupete

El uso del chupete ha estado rodeado de cierta polémica en determinados momentos. Incluso desde algunos ámbitos de la pediatría se ha llegado a desaconsejar su uso ante el temor de que pudiera ser el responsable de malformaciones dentales posteriores (entre otros posibles problemas para la salud).

Pero con el paso del tiempo muchas de esas afirmaciones han quedado matizadas gracias a la publicación de algunos estudios científicos y las recomendaciones de asociaciones profesionales que han definido con más precisión los efectos del chupete en los dientes, como por ejemplo, la Sociedad Española de Ortodoncia o la Sociedad Española de Odontopediatría.

Gracias a esos estudios sabemos que el chupete ofrece más beneficios que peligros siempre que se retire a una edad adecuada y no se utilice más de lo necesario.

Entre estos beneficios se contabilizan una reducción de la incidencia de la muerte súbita en lactantes y el alivio del dolor que produce en los niños la aparición de las piezas dentales. También puede ayudar a reducir el estrés y conciliar el sueño.

Sin embargo un uso prolongado tienen consecuencias en la boca y el desarrollo dental de los niños. Aquí nombramos algunas de ellas:

1. Malformaciones en el paladar: El chupete constante puede influir en la forma del paladar, especialmente si se usa durante un período prolongado. Esto podría resultar en un paladar alto o estrecho.

2. Problemas en la alineación dental: El uso del chupete puede afectar la alineación de los dientes, especialmente si se usa más allá de la edad en la que deberían haberse erupcionado los dientes permanentes. Puede haber un riesgo de maloclusiones o apiñamiento dental.

3. Desarrollo de la mandíbula: El uso prolongado del chupete podría influir en el desarrollo de la mandíbula, pudiendo causar problemas en la mordida, como una mordida abierta o una mordida cruzada.

4. Problemas del habla: El chupete puede afectar el desarrollo del habla si se usa durante un tiempo prolongado, ya que puede influir en la posición de la lengua y la forma en que el niño aprende a pronunciar ciertos sonidos.

5. Impacto en la succión y deglución: El uso del chupete podría afectar la forma en que un niño succiona y traga, lo que podría contribuir a problemas con la succión o la deglución.

Es importante destacar que muchos de estos problemas están relacionados con el uso prolongado del chupete más allá de cierta edad. La Academia Americana de Pediatría sugiere limitar el uso del chupete después de los 6 meses y eliminarlo por completo alrededor de los 12 meses, cuando el niño comienza a desarrollar habilidades motoras orales y de masticación más avanzadas.

Aunque el uso del chupete puede conducir a maloclusiones si se utiliza de forma incorrecta o excesiva, es importante reconocer que con un uso adecuado y controlado, los riesgos pueden minimizarse.

Debemos tener en cuenta que aunque los dientes de leche no son permanentes, su cuidado es esencial para un correcto desarrollo dental posterior.

Recomendaciones sobre el uso del chupete

  1. Limitar el tiempo de uso: Evitar el uso constante del chupete, especialmente a medida que el niño crece.
  2. Vigilancia y control: Los padres deben estar atentos a los signos de problemas bucodentales y consultar con un dentista pediátrico regularmente.
  3. Higiene adecuada: Mantener el chupete limpio y en buen estado es fundamental para evitar problemas de salud bucal adicionales.
  4. Desalentar el uso prolongado: Fomentar la eliminación gradual del chupete a una edad temprana, preferiblemente antes de los 3 años.

En definitiva, el uso del chupete no está desaconsejado, si no que su uso debe ser el adecuado para evitar cualquier problema a futuro en la salud bucodental. Si tienes cualquier duda o necesitas que te ampliemos información, no dudes en contactar con nuestra clínica Ivory Dental.